Hoy llega a su fin nuestro viaje a NYC, y con esto una sensación de tristeza por las cosas que dejamos aquí y alegría por la satisfacción que supone siempre volver a casa.

La mañana la hemos dedicado a merodear (en toda su extensión) el barrio de Chinatown. Durante el trayecto en metro hasta Canal St hemos visto a una mujer asiática con una extraña y peculiar obsesión por la higiene, limpiaba su rostro con clinex a razón de 1 por minuto. Unos 5 paquetes ha sido lo que ha empleado en todo el viaje. Uno de esos casos raros… Ya fuera en la superficie lo primero que te vienen son los olores de los puestos ambulantes con genero totalmente extraño a ojos occidentales, y tras ellos “los watches”. Señoras y señores que nada mas ver tu cara de turista panoli vendrán a ofrecerte todo tipo de artículos (imitación por supuesto) y te invitaran a que pases a la trastienda para ver otras marcas. Nunca aceptes esas invitaciones. Tal como nos contaron, una pareja de españoles apareció en un callejón de brooklyn dentro de la caja de un camión tras una redada policial. El barrio en si es enorme, unas 10 veces lo que el de Londres, y hay que saber en que lugares te metes. Conviene conocer alguna recomendación, y ya que no teníamos ninguna, pasamos de largo por todos los locales. Decidimos volver a Bryant Park y volver a intentar la visita fallida al New York Public Library de la 5ª. Esta vez si, tras flipar con los aseos públicos del parque Bryant (disponen de un sistema automatizado que extiende una superficie de plástico limpia y esterilizada a voluntad sobre el asiento) entramos y confirmamos lo que ya habíamos visto en muchas películas. Decidimos comer en plan sano, así que la Bryant Farm Market (en el Parque Bryant) era una de las mejores opciones. Entras, pillas una fiambrera y la llenas de lo que quieras (van al peso), y la variedad de comida y calidad es excelente. Los parques están llenos de mesas y sillas que puedes utilizar para comer a tu aire, aunque a esas horas suele estar lleno de gente que hace su descanso del trabajo.

Un poco de descanso y al Times Square para disfrutar de dos horas y media del musical West Side Story en el Palace Theatre. No imaginábamos que la planta 2ª en donde teníamos reservada entrada fuera a ser tan elevada, si vais intentad pagar un poquito mas para estar en platea o al menos en la 1ª. El musical nos ha encantado, la ejecución y las voces eran asombrosas, al igual que el acompañamiento de la orquesta. Realmente vale la pena para irse con un buen sabor de boca y descansar un poco las piernas.

Y con estas líneas nos despedimos hasta volver a tierra española, espero que estas entradas os hayan resultado de interés y os puedan servir en vuestra futura visita.

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Creo que no podría definir mejor el día de hoy. Empezamos la mañana poniendo rumbo a Harlem (pequeña incidencia con el metro, resuelta con un servicio de autobuses shuttle) con la idea de dejarnos caer por alguna de las muchas iglesias donde hoy podíamos asistir a una de las misas gospel que tanto atraen a los turistas. Imaginando que la Abyssinian es la que mas fama tiene, hemos optado por otra algo mas apartada y en la que los “cartones de leche” se contaban con los dedos de una mano. La Bethel Gospel Assembly (podéis ver algunas fotos e incluso seguir por streaming algunos de los actos en su web http://www.bethelga.org/photogallery.aspx ) nos ha puesto la piel de gallina desde el minuto 0 hasta el momento en que salíamos por sus puertas. El ambiente que se puede vivir en un lugar como este es algo distinto a lo que incluso ya hemos visto en películas del estilo Sister Act, se respira alegría, optimismo, humanidad y mucho mucho ritmo. Os sorprenderéis cuando el cuerpo se despegue del asiento, y vuestras palmas y esqueleto se empiecen a mover al ritmo de la música. En la Bethel contaban con un batería, bajo, teclista y órgano, os puedo decir que la mayoría de los conciertos de música pop-rock que he visto en mi vida no derrochaban tanta energía como la que hemos podido percibir hoy en un ambiente (teóricamente) religioso.

Con nuestro cuerpo y alma llenos de paz, hemos bajado hacia Central Park. Un poco de sol en el césped de la zona norte tumbados en las mantas cortesía de la compañía aérea Delta, metro hasta el edificio Dakota http://es.wikipedia.org/wiki/Edificio_Dakota (tristemente conocido ahora por la puerta en la que asesinaron a John Lennon), Strawberry Fields y el mosaico en memoria de Imagine y comida en Kizish Nosh junto al lago de Conservatory Water y la estatua de Alicia in Wonderland.

Visita rápida al Apple Store de la 5ª para la foto de rigor(colas impresionantes para entrar) y al FAO Schwarz (evitad este sitio si vais con niños).

Para rematar el día, hemos visitado la Grand Central Station (escenario de interminables películas y series), para continuar nuestro rumbo hacia el Uptown hasta el Upper East Side en donde hemos visto (la espera para entrar era de 2 horas) el famoso Serendipity 3 (recordareis la película del mismo nombre…) y la, dentro de poco, nueva casa de Madonna en la 81 con la 3ª. Durante la vuelta hemos presenciado una de esos momentos terribles para un padre, perder de vista a su hijo en un vagón del metro que cerró sus puertas antes de tiempo. Imaginamos que tras el terrible susto el niño habrá sido localizado. Nos quedan 2 días, no queremos que esto acabe.

PD: hay que venir a NY para que, al salir de un taxi, comprendas la relación entre el humo negro de Lost y este medio de transporte.

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Todo viaje tiene un día “tonto”, y este no iba a ser menos. Empezamos con una visita a la New York Public Library fallida, estaba cerrada. Quisimos volver en taxi (increíble las comodidades que incluyen para el cliente; mapa GPS, televisor, noticias, el tiempo, pago mediante visa…), el tipo “entendio mal” la dirección y nos dejo unas 20 manzanas más arriba. Quisimos ir en metro al Fulton St. y nos equivocamos de sentido, la linea en el sentido opuesto (downtown) estaba en mantenimiento en dicha parada. Nos apetecía comida japonesa en un local cercano al hotel, llamado Fuji, y resultó ser bastante caro y nos sirvieron algo totalmente distinto a lo que habíamos pedido.

Pero en resumen, y salvando estos pequeños detalles el día no ha ido nada mal. Las vistas desde la planta 65 del Rockefeller de toda la isla son impresionantes, y aunque ya es algo que has visto en fotografía y multitud de videos, no deja de sorprender. Ya a pie de calle, visita a la tienda Lego, Barns&Nobles, BestBuy para hacernos con una nueva tarjeta SD de 4GB (en esta si que tenían fundas para rñ iPhone 4), y H&M (en donde pudimos comprobar que la ropa no tiene nada que ver con la de allí). Un ‘slice’ de pizza y para el hotel.

Tarde tranquila por el Pier 17 y la çalle Fulton, un viejo muelle reconvertido en centro comercial y de ocio junto al puente de Brooklyn en el que se respira un ambiente muy brooklyn por la gente y la música que suena en distintos locales y terrazas (Water Taxi Beach).

Sin olvidarnos de las ampollas, no podían faltar en este día tan fatídico, recomendaros la cadena de ‘pharmacy’ DuaneReader (son los amos de este tipo de locales que acabareis visitando unas 3-4 veces al día), tienen un pasillo dedicado a la reparación de callosidades y ampollas. Esperemos que la suerte se sume mañana al buen tiempo que está haciendo estos últimos días. Buenas noches/días.

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