Me rondaba por la cabeza esta ruta de trail desde hacía unas semanas, y todavía más desde que Anna me regalara los neumáticos de tierra. Empiezas a informarte sobre la ruta, la cual da nombre a una popular y dura carrera, la K25, y te queda bastante claro (más teniendo como experiencia reciente los 22km de Rebalsadores) que hay que empezar por un objetivo mucho menos ambicioso para llegar a correr distancias y desniveles tan prolongados como los que se requieren para este tipo de carreras, o la que se necesita para la próxima carrera a la que estoy inscrito, la Upterra Trail Race de 12Km de  Chulilla el día 7 de Julio.

Así que ayer domingo, 3 de junio a las 6:30AM, el amigo @_one y yo nos dirigimos hacia el pueblo de Serra, en donde comienza la ruta que nos habíamos propuesto: algo menos de 9km  de montaña bastante demasiado técnicos y que nos harían visitar el castillo de Serra, y el Alt del Pi salvando unos 500m de desnivel acumulado. Bien para empezar, ¿no?

Así que a las 7:00AM, una vez reconocido el terreno y el inicio de la ruta gracias a la App MotionX GPS, empezamos a correr. No pasan ni 10′ cuando la lluvia empieza a poner en peligro nuestra ruta. Seguimos. El sendero empieza a convertirse por momentos en surcos producidos por las lluvias torrenciales de la zona, pero en pocos minutos llegamos (mojados) al Castillo (475m). Iniciamos la bajada por pista hasta el cortafuegos que sube a l’Alt del Pi (716m), duro y empinado como una muralla, aquí es donde irían bien unos bastones.

Empezamos la bajada, aquí empezamos a correr y disfrutar por un tramo de unos 2km que permiten ir saltando entre las rocas hasta que llegamos al Castillo de nuevo y afrontamos la última bajada, otro cortafuegos con mucha piedra pequeña y suelta.

Llegamos al pueblo. 8Km. ¿Conclusiones? Una ruta interesante para hacer parcialmente (la 1ª de sus subidas, o la 1ª de sus bajadas) combinada con otros trayectos de pista algo más relajados.

Os dejo con la ruta de wikiloc que @_one grabó con el Garmin FR, el cual nos fue de mucha ayuda para chivarnos cuando nos salíamos del camino.