Hoy debería empezar con un post en plan de superbuenrollo, para comentar como han sido nuestras vacaciones, hablar sobre las miles de ricuras que hace mi sobrina Alba con sus apenas 9 días recién cumplidos, pero no es asi..

Me repugno a mi mismo poniendo esta imagen, pero es lo mínimo que puedo hacer por uno de los personajes más conocidos por el barriode Velluters y centro de Valencia.

“El hombre de la botella” frecuentaba el mismo supermercado donde nosotros solemos comprar a diario, dormía desde Marzo en el solar situado delante de nuestra casa, y ya desde hace tiempo yo mismo había dado aviso a un agente de policía sobre las malas condiciones en las que llevaba viviendo así este hombre. Pues bien, esta tarde un turista que visitaba plano en mano las bellezas arquitectónicas del centro de Valencia ha sido quien se ha percatadi del mal olor proviniente de ese miserable rincón.

Nos preguntamos cuales son los motivos que llevarán al ser humano a llegar a tales condiciones, pero la única conclusión a la que llegamos es la de ser todavía más conscientes de lo vanales que son nuestras preocupaciones, y de la suerte que tenemos de seguir teniendo un motivo por el que seguir viviendo.

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